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La ciencia de los momentos Eureka: Por qué nuestras mejores ideas surgen cuando menos pensamos en ellas La ciencia de los momentos Eureka: Por qué nuestras mejores ideas surgen cuando menos pensamos en ellas

La ciencia de los momentos Eureka: Por qué nuestras mejores ideas surgen cuando menos pensamos en ellas

La historia original de Eureka

En la Antigua Grecia, alrededor del año 250 a.C. Arquímedes, uno de los matemáticos más importantes de la historia, se mete en la bañera tras un largo día intentando, sin éxito, resolver un enigma real. A medida que el agua sube y se derrama por el borde, algo hace clic. No estaba pensando activamente en el problema, pero en ese momento mundano descubrió el principio del desplazamiento, lo que le llevó a su famosa carrera desnudo por Siracusa gritando «¡Eureka!» (¡Lo he encontrado!).

¿Por qué ocurren estos momentos en los tiempos muertos?

El patrón de la resolución de problemas
Las investigaciones psicológicas demuestran que la resolución creativa de problemas suele seguir este patrón:

1

Concentración inicial y lucha con el problema.

2

Periodo de desinterés (inacción ante el problema).

3

Visión o solución repentina.

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La inacción significa acción en la Red de Modo Predeterminado del cerebro

Cuando no estamos concentrados en una tarea concreta, nuestro cerebro pasa a lo que los neurocientíficos denominan la Red de Modo Predeterminado (DMN, por sus siglas en inglés). Piensa en ella como si fuera el equipo de bastidores de tu cerebro, que trabaja entre bambalinas cuando la actuación principal (el pensamiento concentrado) se toma un descanso.

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En esos momentos:

  • Las distintas regiones del cerebro empiezan a comunicarse con más libertad.
  • Las experiencias pasadas y la información nueva comienzan a conectarse de formas novedosas.
  • La presión de la resolución activa de problemas disminuye, lo que permite la formación de asociaciones creativas.

Esto explica por qué las soluciones suelen aparecer durante los «tiempos muertos», como cuando nos duchamos, paseamos al perro o justo antes de dormirnos. No podemos forzar este interruptor cerebral mediante la concentración; paradójicamente, necesitamos relajarnos para acceder a él.

Ejemplos famosos de ideas en tiempos muertos

  • J.K. Rowling concibió Harry Potter durante un viaje en tren con retraso.
  • Paul McCartney compuso «Yesterday» en un sueño.
  • Friedrich August Kekulé descubrió la estructura anular del benceno mientras dormitaba junto a la chimenea: la visión de una serpiente mordiéndose la cola fue el detonante de su descubrimiento.

Cómo crear las condiciones para tener ideas perspicaces

1. Prepara tu mente

  • Comprende bien el problema.
  • Reúne información relevante.
  • Permítete tener dificultades al principio.

2. Planifica el tiempo de inactividad

  • Programa descansos regulares.
  • Realiza actividades que requieran poca atención.
  • Crea un espacio para distraerte.

3. Captura las ideas

  • Ten notas a mano.
  • Graba notas de voz.
  • Acepta que las ideas pueden surgir en momentos inoportunos.

El desafío moderno

En nuestro mundo siempre activo y constantemente conectado, rara vez damos a nuestra mente un verdadero tiempo de descanso. Ocupamos cada momento con desplazarnos por la pantalla, consultar el correo electrónico o consumir contenidos. Por eso, los auténticos «momentos Eureka» son cada vez menos frecuentes. Así que deja espacio para la reflexión incorporándola a tu rutina.

Recuerda: A veces, la mejor manera de resolver un problema es dejar de intentar resolverlo.

Fuentes y lecturas adicionales:

  • Una técnica para producir ideas, James Webb Young
  • El factor Eureka, John Kunios y Mark Beeman
  • El arte de pensar con claridad, Rolf Dobelli
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